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Fernando Aramburu

  • Annaakorepanovaцитирапреди 2 години
    —¿Eres tonto o qué? Se ha casado por lo civil con el salmantino. Y ahora párate a pensar y echa cuentas. Sin la bendición de Dios, sin avisarnos, sin banquete.
  • Annaakorepanovaцитирапреди 2 години
    ¿Guardó silencio el matrimonio? Él, sí. Miren, sin cambiar de posición en la cama, siguió enlazando comentarios, críticas, reproches, en la oscuridad.

    —Yo los veo fuera de lugar. Serán amables, educados y lo que tú quieras, pero se nota que no son de aquí. Esa manera de hablar, esos gestos. Hasta me parece que mastican distinto. Ve preparándote para tener un nieto que se apellide Hernández. Solo de pensarlo me entra dolor de tripa. A mí eso es lo que me da ganas de llorar y no Joxe Mari, que está defendiendo la causa de Euskal Herria. Yo no sé, Joxian. Yo no sé. ¿Qué hemos hecho mal? ¿Tú lo sabes? ¿Por qué nos ha salido una hija tan torcida? Joxian, ¿duermes?
  • Annaakorepanovaцитирапреди 2 години
    la Arrano Taberna. Le desagradaba cada vez más entrar allí, ver la foto de su hermano, que le preguntaran por él. Y el humo, y el ruido, y el olor, y los vasos mal lavados, a veces con restos de pintalabios. Pero los amigos arrastran y vas. Si no vas, se nota. Y si se nota, malo.
  • Annaakorepanovaцитирапреди 2 години
    —Que sea la última vez que hablas para un periódico fascista y que aceptas dinero de una entidad bancaria explotadora de los trabajadores. Lo primero ya no tiene solución. Espero que no se repita. Lo segundo se puede arreglar. ¿Sabes qué es esto? —Le plantó delante de la cara asustada, sobre la barra húmeda, la hucha de los presos—. Aquí caben exactamente diez mil pesetas.
  • Annaakorepanovaцитирапреди 2 години
    A Gorka lo habían relacionado con la palabra «traicionar». De ahí a chivato, un dedo de distancia. Eso desbarató su resistencia. Y estaba de pronto tan corroído de vergüenza que sintió como si anduviera desnudo por la calle, con su cuerpo alto, huesudo, a la vista de toda la gente del pueblo. Se le puso una bola de asco en el gaznate. Y era un asco de sí mismo. Se sintió cobardica, muñeco despreciable, bicho raro, pez fuera del agua, pájaro desplumado, y nada le preocupaba más sino que los otros notaran su tristeza. Los otros, ¿qué hacen? Repetir por la calle, en tono de recriminación, el argumento de Patxi, hasta que Gorka les dijo: bien, ya vale, vamos. Y se fueron a buscar, alegres, achispados, gora ETA, amnistia osoa y demás, las cuatro botellas incendiarias que Peio guardaba escondidas.
  • Ezequiel Yebaraцитираминалата година
    Más tarde, por el trayecto a su casa, posó una mano en el tronco áspero de un árbol y dijo para sí: gracias por tu humanidad. La posó después en la pared de un edificio y repitió la frase. Y lo mismo hizo, sin detenerse, con una papelera, un banco público, el poste de un semáforo y con otros objetos del mobiliario urbano que fue encontrando por el camino
  • Ezequiel Yebaraцитираминалата година
    La hilera de tumbas se alarga en batería al costado del camino. Lo bueno para Bittori es que, como el borde sobresale dos palmos del suelo, ella se puede sentar sin dificultad sobre la losa. Claro, si llueve, no. Y en todo caso, como la piedra suele estar fría (y con liquen y con la mugre inevitable de los años), ella lleva siempre en el bolso un cuadrado de plástico recortado de una bolsa del supermercado y un pañuelo de cuello para usarlos de cojín. Se sienta encima y le cuenta al Txato lo que le tenga que contar. Si hay gente cerca, le habla en pensamiento; si no hay nadie, que es lo habitual, en el tono de quien conversa.
  • Ezequiel Yebaraцитираминалата година
    el corazón le golpeaba con tal fuerza que temió por un momento que aquellos hombres pudieran oír sus latidos.
  • Ezequiel Yebaraцитираминалата година
    Bittori entró en el portal y fue como entrar en el pasado. La lámpara de toda la vida, los viejos peldaños crujientes, la línea de buzones desvencijados en la que faltaba el suyo. Lo desmontó en su día Xabier. Dijo que para evitar problemas. Al retirarlo asomó un cuadrado del color que tuvieron las paredes hacía mucho tiempo, cuando Nerea aún no había nacido ni tampoco el hijo de la Miren, ese sinvergüenza. Y es lo único para lo que yo quiero que haya infierno, para que los asesinos continúen cumpliendo allí su condena eterna.
  • Paola F.цитирапреди 2 години
    No se da cuenta de que una mujer ha de estar muy desesperada para tratar de seducir a su marido después de doce años de matrimonio?
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