«No tengo en quién confiar. Mi familia no entiende nada. A mis amigos no puedo molestarlos con estas cosas; no tengo realmente amigos íntimos, e incluso cuando lo son, según lo entiende la gente, no lo son en el sentido en que yo entiendo la intimidad. […] Me siento tan solo como un barco que hubiera naufragado en el mar. Y yo soy de hecho un náufrago»