Para elaborar un daguerrotipo se necesita una plancha de cobre, a la que se le aplica un baño de plata y se pule meticulosamente con polvo de piedra pómez. Después, se cubre con una delgada capa de yoduro de plata, en una caja yodizante. El proceso debe llevarse a cabo a la luz de las velas o con una puerta ligeramente abierta, para así evitar cualquier exposición prematura a la luz. A continuación, se coloca en un cuarto oscuro, para ser expuesta durante una cantidad indeterminada de tiempo, decidida sólo por el instinto del artista, con un resultado que depende de la temperatura, la humedad, el clima y el tiempo de exposición.