Un río
Es verdad que pensé en vos
cada vez que una boca
se acercó a la mía,
que estuve enferma
y me inundé.
Un día el techo
se abrió
un chorro de agua
cubrió el comedor.
La administradora dijo
que era algo frecuente,
me senté a esperar
que volvieras a pasar.
Desde la cama podía ver
cómo se arruinaban
otra vez
todas mis cosas.