En la preocupación por el tema del amor podríamos identificar algunos puntos críticos que tienen que ver, sobre todo, con la caída del espejismo romántico y de la maternidad como destino. Esta caída vino propiciada desde varios frentes. El primero sería la desveladora crítica realizada por el pensamiento feminista, cuando desmonta todo el aparato ideológico que tiene a las mujeres cautivadas por el amor, administrando el discurso amoroso como un opio adormecedor. Otro frente procede de la racionalidad moderna, que lleva al “desencantamiento” del mundo con la extensión de la mirada científica y también la que mira la realidad evaluando los costes y beneficios de nuestras decisiones. Y aún hay un tercer frente, propiciado por la fuerza de los cambios actuales del capitalismo avanzado, donde las relaciones amorosas son el campo de batalla en el que chocan los deseos de placer y libertad con la satisfacción de las necesidades y el compromiso.