Bruno Álvarez Herrero

La escritura es mucho más grande —y también mucho más pequeña— de lo que me había imaginado.

poco que conseguía ver en la televisión parecía confirmar una vez más que ser gay era algo estrambótico, antinatural.

Lo poco que conseguía ver en la televisión parecía confirmar una vez más que ser gay era algo estrambótico, antinatural.

Temas como la ética del baile y los peligros de las lecturas no bíblicas eran aún objeto de debate.

Comencé a recuperarme de no tener amigos varones a no ser que conllevara tener relaciones sexuales. Empecé a descubrir quién era en realidad, en lugar de esa personalidad falsa que había creado para poder ser alguien aceptable».

preguntas únicamente prolongaban el dolor de esos momentos, y casi nunca se obtenía respuesta alguna. Estaba harto de hacer preguntas sobre cómo había acabado en aquella situación, de buscar otras respuestas, otras realidades, otras familias o cuerp

Las preguntas únicamente prolongaban el dolor de esos momentos, y casi nunca se obtenía respuesta alguna. Estaba harto de hacer preguntas sobre cómo había acabado en aquella situación, de buscar otras respuestas, otras realidades, otras familias o cuerpos en los que podría haber nacido.

También queremos que cada cliente busque la integridad en todas sus acciones e intervenciones. Por lo tanto, todas las pertenencias, las actuaciones, la vestimenta, las acciones o el humor que puedan conectarle con un pasado inapropiado serán excluidos del programa.

Por lo visto, con la honestidad ya tenías ganada más de la mitad de la batalla en la lucha por alcanzar un estilo de vida exgay. Debías querer cambiar, y hasta que no lo quisieras con tantas ganas que prefirieras morirte antes que no hacerlo, nunca superarías el Paso Uno: admitir que estabas equivocado.

Pienso en tu rostro mientras me levanto, mientras me muevo en la oscuridad, de la cama a la ventana, con la ropa tirada por el suelo como pensamientos inconclusos.