Katherine Mansfield

También eran tristes las lámparas en las casas de enfrente. Quemaban débilmente como si echaran algo de menos.

nos aferramos a nuestros últimos placeres como se aferra el árbol a sus últimas hojas.

La civilización es una estupidez

Esto, debido quizás a su estado de ánimo, le resultó increíblemente hermoso, y se echó a reír

Lo que más le atraía de la joven era que, a pesar de haberse visto y hablado muchas veces, aún no la comprendía

—¡Soy feliz, demasiado feliz!

Harry sabía exprimir a la vida todo su sabor y Berta lo admiraba por ello.

Parecía vivir más para escuchar que para mirar

Por qué sentía tanta ternura esta noche hacia el mundo entero? ¡Todo era bueno, todo justo! Cuanto ocurría colmaba más y más la copa rebosante de su dicha hasta hacerla desbordarse

Se trataban con entera confianza, eran muy buenos compañeros y, a su entender, esto era lo mejor de los matrimonios modernos