Aveline viaja a Malmouth para quedarse unos días con su tía, y aunque el viaje no la emociona del todo, este pueblo costero parece ser el escenario perfecto para lo que más le gusta: leer relatos de fantasmas. En ese lugar los días son grises, fríos y arrastran consigo el aire del mar y sus aterradoras leyendas. Como si no fuera suficiente, Aveline descubre un libro que no solo tiene escalofriantes historias sobre Malmouth: también perteneció a Primrose Penberthy, una chica que desapareció misteriosamente y a quien nadie volvió a ver jamás. Intrigada, Aveline intentará resolver el misterio, sin saber que ahora algo o alguien ha vuelto… y la está buscando.