Introducción a la Inteligencia Emocional
En términos generales, la Inteligencia Emocional (IE) se refiere a la capacidad de percibir, controlar y evaluar las emociones, las propias y las de otras personas.
La Inteligencia Emocional es un área de estudio relativamente nueva. Sus primeras raíces se remontan al trabajo de Darwin sobre la importancia de la expresión emocional para la supervivencia. En el siglo XX, el tema de la inteligencia se discutió principalmente en términos de aspectos cognitivos como la memoria y la resolución de problemas, aunque varios investigadores influyentes habían empezado a reconocer la importancia de los aspectos no cognitivos.
En 1920, E. L. Thorndike utilizó el término "inteligencia social" para describir la habilidad de comprender y manejar a otras personas.
El término "inteligencia emocional" se suele atribuir a la tesis doctoral de Wayne Payne de 1985, A Study of Emotion: Desarrollando la Inteligencia Emocional, pero el interés de los medios de comunicación sólo se despertó en 1995 después de un artículo de la revista Time sobre el bestseller de Daniel Goleman, Inteligencia Emocional: Por qué puede importar más que el coeficiente intelectual.
Peter Salovey y John D. Mayer han sido los principales investigadores sobre la inteligencia emocional desde entonces, y definen la inteligencia emocional como "el subconjunto de la inteligencia social que implica la capacidad de vigilar los sentimientos y las emociones propias y ajenas, de discriminar entre ellos y de utilizar esta información para guiar el pensamiento y las acciones de uno".
En la actualidad se proponen varios modelos diferentes para la definición de la inteligencia emocional, y los investigadores siguen sin estar de acuerdo en la forma en que debe utilizarse el término.