La Universidad en clave de género

Una Universidad implicada con el entorno, abierta al mundo, responsable con los problemas sociales. Una Universidad de las personas. Una Universidad que aprende constantemente cómo superar las jerarquías y cómo hacer suyos los valores relegados a la esfera privada: sostenibilidad, empatía, responsabilidad afectiva, ternura, comprensión, flexibilidad, atención, confianza, seguridad, etc.

¿Cuáles son las consecuencias de un alto porcentaje de mujeres y hombres en un campo profesional específico?; ¿existen jerarquías profesionales?; ¿cuáles son las relaciones de poder en las profesiones?; ¿cómo se han configurado culturalmente estas relaciones de poder?; ¿cómo deberían diseñarse las políticas de personal?; ¿difiere la remuneración de los empleos llamados de las mujeres y los trabajos de hombres?; ¿cuál es el equilibrio entre el trabajo y la vida familiar o personal?; ¿cuáles son los sesgos de género en la bibliografía o el lenguaje?

La perspectiva de género hace referencia al posicionamiento crítico para el análisis de la dimensión crítica/evaluativa de la normatividad heterosexual y patriarcal que sustenta todo el sistema social y en el que el género es un principio de jerarquización de espacios, recursos materiales, económicos, públicos e ideológicos.

sión crítica de la realidad, pudiendo discernir en ella situaciones en las que se da una discriminación por razón de género.

Estos autores detectan cómo el alumnado universitario al finalizar el curso no solo dispone de conocimientos para poner nombre a situaciones de discriminación por razón de género, sino que analiza la realidad desde una mirada más multidimensional y relativista, huyendo de las perspectivas excluyentes y discriminatorias.

Las leyes son clave, las actuaciones políticas, también, pero la llave la han tenido y la siguen teniendo las personas que asisten y enseñan, investigan y trabajan en la Universidad.

En este sentido, la perspectiva de género alude a la deseada igualdad entre hombres y mujeres. Dicho de otra forma, las mujeres quieren tener los mismos derechos que los hombres, gozar de los mismos recursos, ser tratadas en igualdad de condiciones y poder estar en los centros de toma de decisiones al mismo nivel que los hombres.

Falsos axiomas, tanto los atribuidos a la ciencia como los atribuidos a la impermeabilidad de la Universidad a todo lo que ocurre en la sociedad.

El sistema universitario se sacude su responsabilidad en estos temas. Procura que las miradas de estos desajustes recaigan sobre la sociedad, el sistema educativo, las familias, etc.

existe la pseudocreencia de que el alumnado universitario está libre de estereotipos de género gracias a su historia educativa (Ballarín, 2009).