Los conflictos y negociaciones entre autoridades de diferentes niveles de gobierno son moneda corriente en los países federales, en particular en los de América Latina. Si buena parte de la literatura interesada en este tema y en dicha región se ha enfocado en la dimensión vertical de esta relación, es decir, la referida a las interacciones entre presidentes y gobernadores, poca o nula atención se ha prestado a la dimensión horizontal a fin de analizar los vínculos entre los propios gobernadores. Este libro no sólo aborda el tema, sino que propone un marco conceptual para entender las circunstancia en las que los gobernadores son capaces de unirse y negociar de manera coordinada, y bajo cuáles no logran converger. El libro presenta elementos relevantes para entender mejor estas dinámicas de interacción, esclarecer los efectos políticos de las diferencias territoriales y complejizar el entendimiento del poder presidencial.