La figura que hasta hace un tiempo nos fabricábamos al escuchar la palabra «mamá» —vinculada al sacrificio, a la devoción y, sobre todo, a la renuncia de los sueños propios en busca del bienestar de los hijos—, cada vez se torna más difusa.
Esta realidad tiene dos lecturas, una el hecho innegable de que durante décadas hemos vivido en un mundo diseñado para que la mujer acepte con pasividad ese rol que debe cumplir desde el momento que ponen en sus brazos aquel ser que permaneció cerca de nueve meses en su vientre y, de otro lado, la que nos habla del deseo de la mujer por cristalizar sus propios anhelos, algo que la lleva, muchas veces, a querer renunciar o aplazar lo más que pueda la posibilidad de convertirse en madre.
En este, su primer libro, Jenny Pezúa, hace un recorrido exhaustivo por la naturaleza de esa especie en extinción que es la madre clásica, con una prosa directa y depurada, que nos ubica en situaciones emotivas que nos permiten entender el origen de ese sentimiento inmenso e incomparable. Pero también alza la voz para decirnos que la mujer no tiene por qué renunciar a sus sueños, a sus metas, a su vida.
Es así que S.O.S. Mamás en peligro de extinción destaca como una toma de posición clara acerca de la percepción que se tiene sobre la mujer en general, pero sobre todo en su etapa de mamá. Jenny es esa madre que lo dio todo por sus hijos, pero que también un día decidió tomar la pluma y cumplir consigo misma. En buena medida, este libro es producto de esa liberación conmovedora.
