Fernanda y Angélica se la pasan peleando. Como a muchas personas, a ellas les gusta más mandar que obedecer, y cuando se ponen a discutir echan a perder hasta la mejor de las fiestas familiares. Todos están aburridos con sus peleas, porque cuando se ponen mandonas se echan la culpa la una a la otra y no hay quién las aguante.
Este entretenido relato ilustrado, dedicado especialmente a los niños, nos ayuda a entender y resolver las diferencias entre unos y otros, y a dejar de ser tan mandones!