El libro incluye ocho estudios dedicados a la historia prehispánica y colonial del actual territorio del Estado de México, además de temas ligados con la historia mexiquense. La primera parte abarca la historia indígena vinculada al periodo prehispánico y comprende seis capítulos con temas como: «Otomianos y nahuas: antiguos pobladores del Centro de México». «La presencia teotihuacana en la región lacustre del valle de Toluca». En otro capítulo se desentraña la identidad de la Sirena, ser mencionado en los relatos contemporáneos y la etnografía de la zona del Alto Lerma mexiquense. Con referencia a «La etimología náhuatl, representación pictográfica y simbolismo del Nevado de Toluca», se documenta el término náhuatl original que designó a la montaña hacia el siglo XVI y su modificación posterior debida a circunstancias diversas y su representación con los códices y la cosmovisión mesoamericana para finalmente sugerir una propuesta de su significado simbólico. El quinto capítulo aborda, «Algunos comentarios en torno al estudio de los códices históricos coloniales de tradición náhuatl. El sexto capítulo, realiza un estudio sobre el Mapa de Otumba, del cual sólo existían comentarios breves y descriptivos, pero en este capítulo se efectúa un análisis minucioso del documento, que le permite fecharlo hacia el primer tercio del siglo XVII y abunda en la autoría y motivos de la elaboración del mapa.
La segunda parte del libro, relativa a la historia colonial, aborda el tema “Piedad barroca en una villa novohispana. Toluca en el siglo XVII” que documenta por medio de la práctica testamentaria las expresiones relacionadas con la denominada piedad barroca del siglo XVII. Finalmente en el octavo capítulo, se realiza una interpretación iconográfica de las pinturas y esculturas contenidas en el retablo principal de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán en Ixtlahuaca, Estado de México.